odié
con la furia del amor herido
como si al hacerlo erradicara mi hambre
en un trueque infernal de dolor por desvarío
odié perdurando un capricho
lo hice porque supe de antemano como hacerlo
pues si amo odio
pero si odio olvido
después de odiar por dos suspiros
creo con una fe en el amor que me devora
odié y acto seguido di por cierto
que odiar puede no ser tan nocivo
un verbo tan brutal y claroscuro
encarna en corazones reprimidos
de otro modo es ave transitoria y negra
como abismal el viaje corto a los instintos
odié incitando a mi alma en rebeldía
-se implantó en mí una justicia misteriosa-
tejido tan lleno de entredicho
y por fin el odio fue lo que antes era
odiar
posibilidad inmensa del perdón
catedral de confesiones
nunca asilo
antesala de paz
patíbulo del día
y así fue mi elección de alma
corazón
alegría
caminé de nuevo
lo hice sin prisa
encontré la luz de tus ojos
y reí pues demostré que hasta odiar valió la pena
miércoles, julio 11, 2007
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