jueves, julio 19, 2007
no se engaña
porque se puede obviar que se ama pero no tanto,
es un engaño a uno mismo, una negación ridícula, burda;
es casi como odiar profundamente la vida y aún así,
no ponerle fin.
no se engaña
porque podemos pretender no vernos,
-pero vimos-,
y al hacerlo sabemos que somos farsantes,
que en esa simulación se esconden otros motivos.
no se engaña
porque se puede ver hacia enfrente,
aunque en realidad se camine hacia atrás,
decir que se siente lo que apenas se recuerda haber sentido
no se engaña lo que se quiere
porque el arte de engañar implica abuso,
timo,
vejación que al amor abusado lo mata,
lo mata sin piedad.
todo engaño al amor es asesinato
domingo, julio 15, 2007
supongo
tan igual a todas las demás
tan llena de vacíos y amores rotos
lo supongo porque no quiero verte
cada vez que sé de ti volteo a ver mi manos
y me faltan esperanzas para tentarme el pecho
por eso no quiero verte ni saberte
y es que supongo que al verte puedo verme
raído y escudado en este intento de vida
ayer moví la cama
abrí las cortinas
acomodé la ropa
le di de comer al llanto
fotos nuestras y tuyas de hace tiempo
no supe distinguir tu cariño y eso es lo peor
supongo que ya no te quiero
sólo lo supongo
huellas
adentro,
al silencio de sal vieja.
Alguna tarde
alguna vez
quizá,
hombres y mujeres nos recordarán.
Jugarán el rito de configurarnos
como si acaso fuéramos distintos,
tal vez un poco menos obvios,
un poco más idóneos,
un poco más sinceros.
Las huellas que sobrevivieron nuestros pasos
se habrán desecho desde hace tres suspiros,
para luego llevarnos lejos de la arena
e imprimir en ninguna parte lo que fuimos.
Ahí,
detrás de los años encimados
sabemos corazón que estamos solos,
debajo de las costras que guardamos,
ahí donde tu boca está en mi boca.
Ya vendrán a guardarnos respeto quienes animen al amor, quienes lo invoquen,
ya jugarán a lo mismo que nosotros,
y entregarán sus huellas al silencio
monólogo
de este viejo sentimiento de quererte
leo letras que murieron sin decirlas
con la dedicatoria ausente del silencio
así como se van los niños de los parques
me voy haciendo con la lluvia garabatos
mientras las bocanadas del invierno vivan
dejaré detrás de mí tus malos ratos
caminando sobre tantos charcos sin destino
tu nombre cae fugaz
relámpago de nieve
una barredora habrá de llevarse todo
y entonces
entonces migrarás a primavera
no es mi afán andar por la vida solitario
sino un vicio buscarle tiempo a la memoria
más no te apures
pensarte no es indispensable
es sólo uno de tantos juegos sin partida
sí
fuiste tantas cosas muchas veces
ahora sólo quedas como estampa de mi historia
donde estás importa tanto como lo impensable
sé feliz
desde acá no se te invoca
más fresca tu partida fue un desastre
de pronto me encontré perdidas las mañanas
así que si te nombro no es por mucho únicamente por la nostalgia del nosotros
de cuando creíamos entender la vida
de cuando tus risas inundaban la cocina
cuando con pétalos de margaritas te cubría
cuando tus labios se olvidaron de mi boca
luego de ti han pasado muchas cosas
amores perfumados de caricia limpia
las nubes con sus mágicas figuras
y hasta un cambio de siglo sin histeria
mi ciudad no es hermosa pero basta
en su lentitud vive la calma necesaria
otra vez mis pasos se detienen
para ver gente pasar
luces encendidas
no existen aquí mitos o leyendas
al envejecer
nosotros les daremos vida
ni por grandes o crueles
sabios o idiotas
sino por creer fervientemente en la locura
hablo en plural movido por aquellos otros
que te han perdido aún sin conocerte
de quienes viven de la estúpida alegría
que ni siquiera nace de la gracia de vivirla
así que ya lo sabes
sigo entrando a casa por la misma puerta
la luz de mi ventana se procura encendida
como faro vigía esperando al viajero cansado
al amor buscando amante
soy traductor de cosas muertas
por eso sin aviso te he llamado
soy de esos que olvidan lo de cada día
por eso partirás sin que me duela
ya pronto pasaré por alto esta nostalgia
y seguiré sonriendo sin razones obvias
tu volverás por mucho tiempo a tu sepulcro
o hasta que fugaz caiga la nieve con tu nombre
seré
un copo de nieve
era un jilguero que volando feliz entre las ramas de un abeto modelaba sin temor a un hombre nuevo
cuando era niño soñaba que crecía
como crece el caudal de todo río
tantos sitios y cosas
¡que alegría¡
que al saberme despierto entristecía
cuando aquel hombre deseado vio la vida
tan distinto y distante de mis sueños
supe que aquel ayer no era un futuro
y que las aves no son hombres satisfechos
cuando miro hacia atrás siento esperanzas
y no temo a la noche o al invierno
creo ganarme a tiempo cada pluma
también sé que el amor es mi gran vuelo
cuando sea niño soñaré ser una aurora
que despierte tranquila a los jilgueros
o tal vez soñaré ser noche y día
y así abrazar por siempre a cada viejo
Cuando sea todo lo que desde aquí deseo
jamás me olvidaré de los adultos
para ellos seré manantial de agua y paciencia
su ayer
su parte de inocencia
lágrima
tengo una aurora,
un motivo que juega a esconderse y me despista
y un refugio para tristes corazones
una lágrima con un mundo secreto va conmigo
-así como me acompañan los anhelos-
¡con tantas cosas voy y no sé distinguir caminos¡
a veces la lágrima rueda y el mundo revienta
soy arrasado,
herido,
nunca muero
lloro lágrimas vacías para ennoblecer el vendaval
un momento de piedad seca mi rostro angustiado,
la brisa leve vuelve,
los ojos cansados se cierran
ésta nueva calma viste la piel de la tristeza color sepia
un nuevo génesis comienza,
la maldad desfila encarnándose en senderos bellos,
la benevolencia por todos lados,
todo el tiempo,
presa de descubrir el sentido camino a un lado, luego a tantos
hay un momento de claridad en que
ideas y sentimientos se hacen aire,
una bocanada desempaña el cristal, la aurora regresa.
Cuando muera mi carne se acabará el llanto
-se secarán las cuencas de mis ojos-
más no morirán los mundos y no cesará el quebranto
alguien más despertará de su sueño ceniciento,
y mirará el cielo
cuando sus lágrimas se animen y sea arrasado,
el mundo que manaba de mis ojos será su piedad y una y otra vez habrá auroras.
sábado, julio 14, 2007
la inocencia
piérdete en las distancias imposibles.
No preguntes qué se oculta detrás;
sólo mira,
allá,
a donde nunca llegarás consiente es tu destino.
No te pierdas en conjeturas inocentes,
Mira,
¡Mira¡
Húndete en el sopor de la ambrosía,
siente el aire vertical,
disfruta el trance que te priva los sentidos.
Vive
-aquel lugar sin suelo nos precede-,
olvida las horas muertas y las que vendrán.
No cuentes las estrellas ni pienses que la luna es manantial.
Deja a las flores morir en la enramada,
sigue móvil,
abstracto.
Magma debe fluir por tus venas creando sendas, abriendo heridas,
cerrando cruces.
Un ave parte el cielo con sus alas ocultándose detrás del horizonte.
Alégrate pues traza la ruta de tus sueños.
Sumérgete bajo la furia de las olas,
descubre las voces de los peces.
Ahí,
bajo el agua,
viven tus secretos esperándote con el amor del amigo;
en el lugar inalcanzable,
en el empíreo corazón del universo indivisible.
Expande,
mueve en dínamo tus brazos
al escuchar por un momento los rumores de la tierra.
Vuelve pues de esta incursión,
camina a donde se te espera.
Habla de la belleza de estar en donde no has estado.
Hazte escuchar y ríe.
No permitas que te sobresalten los oídos cerrados,
conoces ya una parte de la dicha de la muerte,
olvídala y vive mientras tengas fuerza en el corazón.
Mantente atento,
puedes no estar solo,
quizá encuentres tu camino.
Puedes privarte de ver mas nunca de percibir,
ahora que algo dentro de ti
te pide que nunca lo abandones.
Nunca lo dejes ir,
no le des forma
color o nombre.
Mantenlo cerca de ti pues te continuará a través de los años para luego guiarte cuando tu cuerpo se detenga.
Entonces será fácil volver a donde alguna vez fuiste.
Por lo pronto,
mantente atento.
alma
Puede ser que alguna vez escuche respirar al alma mía, vibrar en ciclos invisibles y pulsares sin cadencia o tono.
Sin embargo escucho bien la voz de su eterna compañía, un sonido bajo como el que emiten las plantas cuando crecen.
Tal vez camine mostrándome raído, pero mira bien el esplendor inmutable de mis ojos: como recién llegados al universo, como umbrales del paraíso recuperado, intacto.
Miles de mis palabras pueden no escucharse claramente.
Déjalas correr a cuatro vientos,
déjalas mojarse,
déjalas llover.
Léelas luego en cada gota de rocío,
en cada campana que repique,
en su mensaje llevan las ciencias de los dioses,
ritos propios de la muerte y de la vida.
Mira que falto de amor parezco.
Mira después las cicatrices de mi pecho y entonces, escúchame suspirar.
Siente el vapor de mi cariño,
el mismo que tengo, el mismo que doy.
Yo mostraré para ti los interiores de la piel
-tan hermosos y ligeros-
tan fácil aprehenderlos.
Es amor,
y amor es respirar.
Mírame flotar alma mía
-amor de todos los amores-.
Cruzo el cielo, arriba el sol,
debajo tú.
Única y perpetua alma mía, comprometida y siempre presente,
cristalina y frágil, la verdad en la risa y la caricia
a veces escondida en los cabellos de la aurora.
Mírame caer desde la nube,
caminar por la tierra con el paso desnudo,
dejando las huellas vivas para los que vienen conmigo
La cabeza marcha sola,
el espíritu acompañado del alma mía,
rozando la quietud de un sueño más.
Silencio.
Vuelta a casa después de planear sin rumbo fijo, fragmentos que solamente el tiempo podrá unir una vez más
cuatro rincones
lo que no se olvida,
lo que duele.
Al este la ciencia antigua y nueva
-casa de números y pociones-
razón sobre razón.
Luego el oeste donde el amor anima al alba
-ahí se sueña con amores infranqueables
habitaciones llenas de luz y besos tiernos-
Al sur subsisten los instintos,
la furia salvaje de las pasiones.
Territorio seductor,
zona de promesas.
Y así,
flotando sobre todo con el ritmo delicado,
desciendo en el centro donde confluyen los rincones.
Pies sobre tierra el panorama es diferente,
inexplicable,
difícil.
Resulta que al abrir los ojos y observarme hacia adentro,
descubro sorprendido que en éste fácil viaje
siempre volaste a mi lado.
Finalmente suspiro,
y agradezco.
mujer
Mujer distinta a todas,
mueves.
Ante ti se ofrendan las flores de mi pasado, entonces mueres.
Encontrándote vuelven las coplas de la infancia
Mujer precisa,
mueves
y ríes
y mueres.
Para cuando te encuentro entre destellos sordos te has ido.
Donde me quieres te espero hasta que llegas
y ya entonces,
el otoño se posa en nuestros años falsos.
De pronto nos movemos hasta perdernos.
Nos buscamos a tientas en las madrugadas de noviembre,
mientras el bestial frío nos arrincona al lecho.
La jornada hasta aquel regazo
nos deja despiertos
vacíos,
con el corazón desperdigado a cuatro vientos
solos,
con el dolor del invierno antes de tiempo.
Te veo partir esperando que me mires una vez más
-aunque sé que no lo harás-
sin embargo lo deseas o más bien,
tu alma se ha quedado a mi diestra
derramándose en sentimiento.
Mariposa encarnada en nacimiento,
no preguntes nada que te explique lo que soy
pues sólo soy lo que existió cuando te fuiste.
Sólo soy yo sin contradicciones.
Llámame ave,
estela,
supernova.
Llámame como prefieras pero quédate aquí aunque no te vea,
permanece adentro pero no me preguntes porque te quiero.
Mujer,
mueves todo lo que sí o no se ha movido.
Permítete la gracia de estar muerta para los pasados.
Mueve,
muere.
amor
y lo consigo
prefiero la seducción al asedio
así
mientras unos conquistan
yo me prefiero firme
perenne en tus días
el premio
saberme adecuado
el tuyo
entenderte querida
amor
amor la vida
amor tú
amor la vida
cuando te diga adiós
amor
la vida
bendíceme también
adiós querida
tan lejos como mil mañanas
quizá la despedida
ahora tú y yo
lejanos al dolor
a la mentira
lo que somos es y no hay promesas
sea lo que sea amor
la vida
amor también
no estamos amor para rencores
ni austeridad
ni dolor
valen la pena
camina amor
sonríele a la vida
así lo que ha de ser
fácil se olvida
me gustan tantas cosas
amor-vida
me gusta amar
amor
amor la vida
despedida
-o más bien-
te he arrojado a navegar tu propio barco,
en libertad...
y no puedo preguntarte tu destino.
Sólo sé que el tiempo discurre a pesar de todo y contra todo,
que ya comencé a perdonarme por haber anclado tu navío,
y no quiero dar marcha atrás.
Sé,
que todo aquello que fue busca reclamos de respeto,
que la misma marea se embravará cuando me sumerja de nuevo,
y no pretendo evitar lo que será.
Estoy soltando las amarras,
me dispongo a partir.
Sin conocer puertos u horarios de llegada,
y no volveré la vista.
Entiendo poco la dificultad de tu viaje mar adentro,
y desconozco el alcance de las luces de faro que te guiarán.
Por favor,
no vuelvas atrás.
Aférrate al timón de tu barca férrea,
iza las velas,
cuenta historias de arrecifes fantasmas,
de playas nuevas.
Y no,
no navegues todo el tiempo despierta.
Esta misiva salta de mi barco en una botella que va hacia la deriva,
el que la lea sabrá sin duda que es una despedida de agua dulce,
y algún día,
la botella quedará vacía.
nieve casi agua
Pudimos caminar mucho más,
pero el paraje decidió por los dos.
-¡éste es el lugar¡-
Nuestro confín del mundo,
del azar.
Y ahí la nieve se fragmentaba,
y el sol jugaba entre las ramas
a veces quemando,
casi como tu boca silenciosa.
Lo demás se guardaba en el suspenso de la piel buscando piel,
y así,
descubrí nuestra soledad común,
nuestra existencia tan fraguada horizontal y vertical.
Prados y laderas contoneándose,
nuestro descanso menguado,
dejándose agitar al rumor de abetos y suspiros
caminamos.
Sí,
la ruta que nos lleva a explorarnos,
en la quietud de nuestros corazones,
de nuestra fe llamada amor,
del amor llamado NOSOTROS.
La nieve seguía su camino de agua,
el viento el suyo de caricia inexplicable.
El sol remarcaba su circunferencia,
y tú,
y yo,
el del arte perfecto del abrazo.
desperdigar
Mi mano encierra la luna
y yo,
buscándote,
corriendo anhelante para llegar y mirarte.
Tú mientras sigue tranquila,
rendida en mi abrazo de tu sueño,
mientras pinto en tu silencio,
lo que pronto tendrá voz.
Te abandono y regreso callado para tragarme tu imagen,
quiero envenenarme con tu rostro tan calmado,
con las manos desesperadas por volar.
Desperdigo mi alma con total devoción,
se va tan lejos,
parece cercana al sol,
a tu paz,
a mi incansable palabra de amor.
Vuelve mi alma sin tu cuerpo.
Me quedo con el silencio:
no tiene fuerza la voz
camino donde te quiero,
me acuesto donde te espero.
Acaso una nube te trajera sin despertarte a mi lado,
donde te quiero,
donde quiero verte abrir los ojos.
Me toca dormir cariño,
jugar en el tiempo del descanso.
Extrañarte me hizo falta,
me cansé de imaginarte tan dulce.
Duermo cuanto puedo para darte la ocasión,
de desperdigar tu alma un momento,
-acaso me encuentres-
y una nube me lleve hasta ti sin despertarme.
miércoles, julio 11, 2007
desde hace un millón de instantes
cuando ninguna salida era llegada
en días de estar separado de mi pulso
te dibujaba con el color de la fantasía
te conocí desde mis letras
en mi pluma ya tenías morada
pasaron tantas cosas y personas
desesperaste en mi tinta
-te ocultaste-
yo nunca supe jugar al escondite
me quedé de pie hallando afuera la vida
con la pluma criticando todo y a todos
y tú
esperando dormida
después temí al movimiento y me acoplé a la inercia
las ilusiones se fueron borrando
creí que ya no existías
inicié una existencia normal y fácil
una contradicción evidente
alarmante
comenzó tu despertar
te vi sin saber que te veía
me vi sin saber lo que miraba
y luego
simplemente me fui
mi existencia seguía con su ritmo de cansancio
la voz adquirió la potencia del trueno
pero ya estabas atenta
y yo sin saberlo
hasta que goteaste libremente de mis ganas
y te escribí desde una fe sin artificios desperté
tu suavidad me convidaba
sin buscarte te encontré otras cinco veces
-en las últimas dos te hiciste tinta-
o más bien en garabatos copié tu esencia
mi cansancio fue muriendo agradecido
me liberaste de fronteras
de palabras cotidianas
te hiciste mujer
entendí porque te miraba
hace un millón de instantes
cuando tu nombre no era tu nombre
y el mío no era igual al tuyo ya te quería
imagina entonces cuanto te siento y quiero
si te guardé inadvertido mi amor
mi aliento
y además te imaginaba a mi manera
con límites
vas más allá de todo sueño sincero
mucho más
lo mejor
es que al recordarte hace un millón de instantes
nos recuerdo sin final
manos
abrazos
tocar mis manos
hacerlas presas encadenadas a los muros de tus palmas
mejor tus manos
libertad
no pido nada
sólo tus manos en libertad
señal de cruz
devoción de dos dedos
mejor tus manos en soledad
mejor tus manos
de bienvenida sincera
tus precisas manos en ansiedad
así tus manos olvidadizas
tocando tan poco
-no hay tanta paz-
mejor tus manos
tibia verdad
¡tan bellas manos¡
amor sin par
mejor las manos
de mano en mano
de todo tipo
manos-necesidad
si
no iniciarán los cantos del ave el nuevo día
latiríamos lento en lo profundo de un sueño sin futuro
la luz se haría lamento bordado de nostalgia
como recordar un muerto que se ha ido hace mucho tiempo
recuerdos de diamantes escondidos en las hebras del río
de miles de hojas volando en la víspera de los santos
de la deslumbrante frialdad de la transitoria nieve
del fulgor inigualable en los ojos enamorados
si la noche se hiciera eterna
y la luna fuera el único foco
¡que simple e insípido sería anhelar¡
inmenso invernadero tendríamos por techo
si el día muriera
nos quedaría sólo una corta mecha
después hasta la luz de vela nos abandonaría
lejana como una visión
caminaríamos con el corazón mendigando sensaciones
luego de encontrarnos
caemos levemente
nos buscamos
giramos alrededor del otro
bello ritual
el juego vivo de vivirnos un instante
palpamos texturas
dos manos y un secreto
las noches y los días pasando
¿qué mirarán?
a nosotros
intentando perfeccionarnos
hay un sopor en el aire
una metáfora otoñal
como rocío sobre la piel de nuestras almas liberadas
mientras
nos hallamos respirando
inspirando
llega un instante reverencial
fe cierta
donde sólo somos humanos
todo está bien
seguimos aquí
afuera un milagro color mentira
si estamos juntos el engaño seductor desgarra
y el resultado no es un mito sino la luz de tu mirada
luego de encontrarnos y tendernos sobre corazones maduros
viene el desenlace de cada vez
el exilio lógico
me voy
nos vamos haciendo tibias memorias
después de todo vamos y venimos
iremos siempre rebeldes
necios
libres y caminando firmes bajo las lluvias de julio
algún día
y escuchemos sin oír
y platiquemos sin hablar
y sintamos sin tocar
y nos entendamos sin pensar
cuando la aurora trascienda sus colores
las plantas sean más que sus fragancias
los hombres más que sus pecados
las aves más que criaturas voladoras
cuando los patios sean inmensos manantiales
y las calles ríos que nos lleven a parajes puros
cuando mudemos de aire respirando muy adentro
y muy adentro seamos más de lo que sabemos
cuando las manos se devoren en abrazos
y las piernas nos sujeten hombro a hombro
y nuestros corazones no latan indistintos
y nuestros ojos ceguen de mirar el mismo cielo
entonces quizá estaremos cerca del destino
-o la muerte llevará al futuro como un niño-
y la risa nos moverá como campos de trigo
y así
todo lo que fue
todo lo que es y no es
todo lo que nunca vimos
nunca escuchamos
entendimos o sentimos
todo lo inmenso o pequeño
por fin tendrá sentido
profecía
recuérdame estar contigo
si el viento corona tu pelo
será porque estoy muy lejos
así tan lejos como quinientos despertares
tan pero tan lejos como cuatro patios
debe hablar tu memoria
o tu pequeño balcón con su luz encendida
ya de recordar recreo
adiós olvido
oscuro sol
vagando por ahí me voy capitulando historias de frambuesa
con pedazos de coherencia pendiendo de mi lengua
la boca cerrada
los puños cerrados
el plexo desnudo
estarás dibujando tu nombre entre la espuma de los montes
o hallando como si nada los indicios del espacio que dejamos
aquel hueco suspendido en tus pupilas siempre atentas
si yo vuelvo a llover mañana
recuerda que estoy contigo otra vez
queriendo mojar tus pasos o al menos encontrarlos
un día
solo uno más
después guardaré silencio
y tú los patios
la calle tendrá gesto mudo
volverá la noche de luces expectantes
al darte cuenta de los años
tu balcón se cubrirá de enramadas necias
tu casa será más bien vieja
el mundo habrá envejecido un día
luego todos
y al final
no habrá nada por decir que no se haya vivido
mi lejanía de cuatro patios morirá al ritmo fúnebre de las estrellas
y seguiré mi viaje hacia mil balcones oxidados
desaparecerán nuestros nombres
dejaremos de buscarlos en carteles y libros
y así por fin
cuando todo halla pasado podremos mirarnos de frente
del odio
con la furia del amor herido
como si al hacerlo erradicara mi hambre
en un trueque infernal de dolor por desvarío
odié perdurando un capricho
lo hice porque supe de antemano como hacerlo
pues si amo odio
pero si odio olvido
después de odiar por dos suspiros
creo con una fe en el amor que me devora
odié y acto seguido di por cierto
que odiar puede no ser tan nocivo
un verbo tan brutal y claroscuro
encarna en corazones reprimidos
de otro modo es ave transitoria y negra
como abismal el viaje corto a los instintos
odié incitando a mi alma en rebeldía
-se implantó en mí una justicia misteriosa-
tejido tan lleno de entredicho
y por fin el odio fue lo que antes era
odiar
posibilidad inmensa del perdón
catedral de confesiones
nunca asilo
antesala de paz
patíbulo del día
y así fue mi elección de alma
corazón
alegría
caminé de nuevo
lo hice sin prisa
encontré la luz de tus ojos
y reí pues demostré que hasta odiar valió la pena
instantánea multicolor
invitación para comenzar el día
vienes
sonríes
convences
¿o acaso lo imagino?
amo esos placeres del encuentro
por su casualidad y el aliento de montaña
si tu rostro llama
tu cuerpo magnetiza
te imagino
bañándote en mis besos
erotismo pleno
habrça otro encuentro
rápido toque a tu cadera
y quizá
después de todo otra fantasía
al corazón
abrirte nuevamente
a la palidez del llanto
a las gotas de tinta
ahora que ya sabemos los dos
hoy que somos libres
corazón empareja la puerta
nunca te vas tan lejos ni tan cerca
quizá retraes tu pulso
no tu esencia
mi mirada
el aire
la marea
los cariños?
que se mueven los astros
las personas.
Que duelen las cosas más hermosas
que nada es pasajero o para siempre
que no hace falta preguntar los entredichos
¿Cómo decir que amar y amor
pueden no ser lo mismo
y aún así iguales?
que se debe buscar al sol para la sombra
que el día es recreable a media noche
que nos vamos mi amor para quedarnos
que venimos corazón para olvidarnos
me basta invitarte a encontrar mi mirada
mis ojos de pan
el llanto de agua
confía
tus ganas cansadas
tu sueño de patria sin destino
los años que se fueron haciendo reflejo
nada más señala tu guarida
el lugar preciso entre tus mundos y los míos
donde cuidas de ti sin que se sepa
aquel hábitat al que te vas sin avisarme
ya no importa que dejes de verme como antes
ni que evites refugiarnos a los dos bajo tu pecho
a veces no esta mal necesitarte
pero más te quiero cuando logras encontrarte
es ahí que nuestras vidas son hermanas
con equivocación en la aparente arritmia del acierto
dentro de todo aquello que contagie de silencio
no tengo que verte ni pedirte nadar contracorriente
no ansío el día en que por fin te detengas
ni quiero saber porque creciste dividido
sólo saber que andamos cerca
casi juntos
así que estira tus manos
incítalas a la franqueza
yo sabré así
que tu aire es mi camino
tú sentirás el sendero ante ti
y podremos dejar atrás las sombras
la sospecha
pasajero
suspendidos entre sitios interrumpidos por susurros
nos vamos vida mía de roces a cadencias
y me hundo levemente en tu luz exacta para la penumbra
así para llegar al fondo me detengo
ante el desafío de fundirme en tu sol
tu primavera
toco el mar
lo reivindico con un beso
y una traslúcida realidad se abraza a mi silencio
lo veo todo en un instante sutil
esa perla profunda esta a mi alcance
se descubre ante mí quitándose una capa y luego otra
toda la ciencia se desmitifica en este infierno exquisito
inicia una delicada batalla por robarte un poco
y entre rosas y senderos voy marcando lo que piso
llevándome conmigo la calma mi amor y hasta tus sentidos
cuando todo termina nos llega la mañana (afuera mediodía)
cerramos los párpados
abrimos los ojos
todo acaba
guarda cariño las bienvenidas
olvida un poco
de cualquier modo nos queda el sol para sanarnos lento
después
cuando las horas se acumulen a otras horas vividas
habrá de que hablar sin que me digas nada
te dejo atrás con tu mirada incriminando mi espalda
permaneces sin voz y yo sin ganas de hablar
cuando la bruma se va se descubre la hierba
y sólo queda desearnos buenos y largos días
dicotomía
a veces me miro demasiado
a veces intentas la venganza
y algunas libero tu reflejo
me pierdo buscando suavidades
te pierdes
me pierdo a tiempo
de vuelta me guardo palabras
me encuentras hablando del silencio
coincido de repente en tu alegría
coincides en saberme atento
mi alegría sin duda es diferente
tu atención se nos va en un solitario aliento
a mí la soledad me reivindica
a ti la compañía te brinda alivio
gracia oscura
diferencia plena
unida
dislocada
laberinto
no pregunto
sólo ratifico
no respondo
más bien condiciono
nunca preguntas
siempre necesitas
nunca respondes
mitigas con palabras
me cuesta tanto hacer dicotomías
me privo de entenderte demasiado
espejos de polaridad opuesta
quizá sólo el cariño nos hace vernos
calma
no se como puedes subsistir
como si el universo no fuera ya caótico
como si nadie muriera en la violencia de las armas
en este juego de engaño y resistencia nos arrojan
y sólo aquel que es feliz lleva ventaja
tan relativa la dicha como la mañana y uno mismo
a todos se les pide calma en algún momento
sin importar que el dolor sea insufrible
quizá detrás de tu nombre hay un cariño
una plegaria
un motivo
cada vez que estas presente se te ignora
tal vez por eso juegas a mentirnos en venganza
y a pesar de todo se te necesita amalgamada al cuero
a veces te comprendo como complemento indispensable
con la volubilidad de tu capricho siempre cerca
el día que tu me entiendas sabrás un poco más sobre el olvido
yo que viajo indistinto tengo la mirada dispuesta
sé por cierto que para volver hay que ir primero
¿acaso me abandonas al azar del desafío?
calma
el camino es inseguro aunque se afirmen los pasos diariamente
sigo aquí desdibujando lo dispuesto contigo a mi diestra
y tú a pesar de lo probable no me sueltas
siempre calma
cuando me faltas un poco (las emociones son ataduras)
lejos de maldecir tu menoscabo te necesito más
y siempre acabas por volver sin que te vea
sí
a veces te miro indiferente.
calma
cálmate un poco
calma las cosas sin bosquejo
también aquellas donde todo es alegría o quebranto
ahora
duerme detrás de mis ojos donde estas segura
calma